sábado, 19 de julio de 2008

nada ocurre sin razon



No te canses de vivir.
Suceda lo que suceda, mientras vivas, tienes un tesoro.
No dejes pasar los días sin haber puesto en ellos lo mejor de tí.
Si las cosas no resultan como esperas, quizá no es el tiempo, quizá no es su momento.

Si sientes que pierdes el equilibrio en tu vida y que caes sin poder hacer nada, déjate llevar,
si ves que vas a golpearte o incluso a lastimarte, si te opones, la resistencia te hará sufrir
mucho más.

Si un día encuentras dolores, malestares, o sinsabores llaman a tu puerta,
déjalos entrar y aprende a convivir de a ratos con ellos, pero no hagas
que pasen a ser parte de tí mismo, haz que sean como las tormentas,
si bien no las deseamos, sabemos que tarde o temprano terminan.
Si las preocupaciones frenan tu vida y te hacen sentir pesado en el andar,
por un instante déjalas de lado y regálate un momento de los que te gustan,
sea de relajación, intimidad, de diversión y luego vuelve a sentir su peso, aunque
ya no será el mismo pues te reencontrarás con mucha más fuerza
para tolerarlas.

Si sientes que caminas sin rumbo, sin saber a dónde ir, no importa! en algún
punto siempre se encuentra el camino. De nada sirve buscarlo cuando
estamos mal, pues no se disfruta, al contrario, hasta molesta tener que dar un paso,
en cambio, cuando dejamos que la vida fluya y nos lleve, todo es diferente.
Todos los problemas tienen solución en esta vida, sólo que muchas veces
no vemos absolutamente nada porque nos dejamos aplastar por ellos.
Siempre se abra una nueva puerta cuando otra se cierra.
La sonrisa, el afecto, el amor, el ánimo y las fuerzas deben estar siempre
presentes todos los días en nuestra vida.... Y si a ellas les agregamos la Fe, todo
se hace posible y el vivir se convierte en un juego precioso en el que salimos
a ganar todos los días, aún cuando nuestro adversario pareciera mejor dotado
que nosotros